EN EL PRINCIPIO Génesis 1:1
1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
“Principio”; esta palabra nos lleva al Evangelio de Juan: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios.” (Juan 1:1-2)
Nuestra historia tiene un “principio”, un momento en la eternidad, en el que Dios abre un paréntesis para crear el tiempo y con él nuestra existencia misma.
En ese memorable momento del “principio” ya existía Jesús y existía en diálogo permanente con el Padre y el Espíritu Santo.
Dios existe en diálogo consigo mismo y por eso es que constantemente nos invita a entrar en diálogo fraterno: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” (Apocalipsis 3:20) Este es el propósito de Dios para nosotros: vivir en fraternidad.
“Creó”; este verbo nuevamente nos remite al Evangelio de Juan: “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” (Juan 1:3)
Jesús es el creador de todas las cosas: “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos, y las que hay en la tierra, visible e invisibles… todo fue creado por medio de él y para él.” (Colosenses 1:16)
Toda la creación, materia y energía, pertenecen a Jesús y fueron creadas por Jesús y fueron creadas para Jesús. Él es el centro del universo, no tú ni yo.
Entonces la vida de cada uno de nosotros tiene sentido y propósito en relación con Jesús, nuestro creador. Fuiste creado por Jesús y para Jesús; al establecer una relación personal con Jesús descubres quién eres y el propósito de tu vida.
“Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten” (Colosenses 1:17) Antes que existieras, ya existía Jesús y tienes vida porque en Jesús subsistes para un propósito.
Es Jesús quien te da vida: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.” (Juan 1:4) Es Jesús quien ilumina tu existencia con la vida verdadera.
Hay quienes simplemente existen, hay quienes luchan por sobrevivir; pero eso no es vida, la vida es gozar de la comunión de amor con Dios viviendo con propósito.
La vida es Jesús y Él es quien de verdad puede iluminar tu vida; las respuestas que necesitamos para salir de las tinieblas las tiene el Creador de todas las cosas: Jesús, nuestro Dios y Salvador.
“Dios”; este es el título profesional de Yahvéh. Así como los títulos “ingeniero, doctor, licenciado” definen la actividad profesional de una persona, el título “Dios” define la actividad profesional de Yahvéh.
“Dios” significa, en hebreo, el Desplegador de poder; define aquella persona que posee autoridad sobre cierto poder para ponerlo en acción. Jesús es Dios porque tiene toda autoridad para desplegar todo poder sobre toda la creación:
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18) Jesús es Dios porque ha creado todo lo que existe y porque lo sustenta con un propósito.
Jesús es Dios porque ha creado nuestra vida y la sustenta hasta el día de hoy con un propósito: estar para siempre con Él en ambiente festivo.
“Los cielos y la tierra” es la forma en que la Biblia expresa que todo lo que existe es creación de Dios y le pertenece y existe con un propósito.
“Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apocalipsis 4:11)
A Dios le gusta crear, y en este acto podemos ver un diseño inteligente y una pasión por la estética y la diversidad.
Cuando nosotros nos emocionamos creando algo, diseñando, cocinando, escribiendo, etc. Nos parecemos a Dios.
Podemos entender, entonces, que Dios disfrutar su creación, que la admira y se deleita en ella y que cuando nosotros nos deleitamos con la belleza de la naturaleza también en eso nos parecemos a Dios.
Todas las cosas subsisten en la creación para sostener la vida humana con un propósito: “…es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” (2ªPedro 3:9)
Le toca a la ciencia explicar los procesos físicos, biológicos y químicos que dieron origen al Cosmos y que sostienen la vida; pero el origen y propósito del Cosmos está en Jesús.
Tú fuiste creado por Jesús y para Jesús; tú tienes un propósito en tu vida y ese propósito es gozar de una bella comunión de amor con Jesús que ilumine tu vida actual, la haga abundante y con propósito y te lleve de la mano por el sendero de esta vida hasta llegar a las Bodas del Cordero, la fiesta de bienvenida que Dios está preparando para nosotros. ¡Ánimo! No te des por vencido, vive con Jesús
AMEN
JFVS