DIJO DIOS Génesis 1:3
1:3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
El universo en su totalidad, materia y energía, es resultado de la voluntad de Dios expresada en palabra: “dijo Dios”.
“Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras…” (Salmo 19:4)
“Voz de Yahvéh con potencia; voz de Yahvéh con gloria.” (Salmo 29:4)
Esta palabra de Dios está llena de poder creador; lo cual nos remite a la Carta a los Hebreos: “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la Palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.” (Hebreos 11:3)
Es por la fe que entendemos que el Cosmos fue el resultado del poder creativo de Dios manifestado por medio de su Palabra. Llegamos a esta certeza porque la misma Palabra de Dios nos ha hecho “nacer de nuevo”: “Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.” (1ªPedro 1:23)
Así como la Palabra fue el instrumento de Dios para la creación del Cosmos, también es el instrumento para crear una nueva vida, abundante y con propósito.
En el pasaje de Hebreos 11:3 la expresión “entendemos” no se refiere a un conocimiento adquirido por investigación; designa el conocimiento adquirido por “revelación divina”.
En el pasaje de Hebreos 11:3 la expresión “constituidos” significa: perfectamente ajustados. La armonía que existe en el universo y que ha fascinado a científicos es el resultado de la voluntad de Dios con un propósito.
Ver el universo como creación de Dios es declaración de fe a la que puede llegar el creyente gracias a su experiencia de conversión. Primero nos admiramos del poder creativo de Dios en nuestra vida y luego entendemos que igualmente Dios puede, por su Palabra generar orden y vida.
En el pasaje de Hebreos 11:3 se declara que el universo fue creado a partir de “lo que no se veía”; esto quiere decir que Dios no utilizó materia visible para crear el universo. Me atrevo a decir que Dios creó el Cosmos a partir de la energía generada por su palabra hablada; así, la energía de su voz se transformó en materia.
Esta Palabra de Dios, que sale de su boca, tiene poder creativo y vivificante, conforme a la voluntad de Dios:
“Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.” (Isaías 55:10-11)
Dios habla y suceden cosas.
Dios habla y se genera orden.
Dios habla y se genera vida.
Escuchar la Palabra de Dios es experiencia vivificante.
El primer gran acto creativo de la Palabra de Dios en nuestra vida es la fe: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” (Romanos 10:17) Al escuchar la Palabra de Dios se genera fe, elemento indispensable para establecer la comunión de amor con Dios.
¡Qué importante es escuchar la Palabra!
Cuando el mundo estaba sumergido en el caos de las tinieblas, Dios habló y con su Palabra generó orden y vida. Aun hoy la Palabra de Dios tiene ese poder creativo para generar orden y vida.
Ahora nosotros podemos experimentar el poder creativo de Dios pues su Palabra ha llegado a nosotros por su voluntad y hará todo lo que Él quiera en cada vida.
Esta Palabra es implantada en nuestra vida, como semilla: “…la semilla es la palabra de Dios.” (Lucas 8:11)
Esta Palabra, sembrada en nosotros, ha de dar fruto: “Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto…” (Mateo 13:23)
Dios ha hablado, queda en nosotros oír y entender para que Su Palabra genere orden y vida en cada uno de nosotros.
“Pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.” (1ªJuan 1:5)
Perseveremos en el entendimiento de la Palabra de Dios para que dé fruto en amor y disfrutemos de la vida abundante y con propósito que Dios quiere generar en cada uno de nosotros.
AMEN
JFVS