domingo, 22 de agosto de 2010

VIVIR CON GRATITUD Colosenses 3:12-17

Verso 12: Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;

En los versos 9 y 10 se nos invita a despojarnos del viejo hombre y revestirnos del nuevo, "el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno". Nuestra nueva vida en Cristo es bella porque ha sido hecha nueva y porque es imagen de Dios.

Esta nueva vida se va renovando, esto es, va dejando atrás las "cosas" malas y va adquiriendo las buenas, esto es posible gracias al discipulado, gracias al estudio bíblico en fraternidad, que nos permite acceder a un "conocimiento pleno" (v10)

Gracias al discipulado podemos "vestirnos, pues, como escogidos de Dios"; ya no somos parte del mundo de pecado, fuimos elegidos por Dios y esto debe ser motivo de satisfacción, pues en Cristo "estamos completos" (2:10) nada nos falta.

Entonces, vivamos con esa plenitud "en Cristo"; como "santos y amados"; como "santos", como separados del mundo de pecado para servir a los intereses del Reino; como "amados", como personas que experimentan el apasionado amor de Dios y por tanto ya no están solas ni amargadas. Las personas que están "en Cristo" viven para amar y ser amadas.

Esta nueva vestimenta, este renovado estilo de vida incluye: (a) entrañable misericordia "splagchnizomai" esta es la cualidad del buen samaritano, de aquel que se compadece de la tragedia de una persona y le presta ayuda (b) benignidad "jristotis" es la amabilidad con la que se actúa (c) humildad "tapeinofrosíni" actitud de servicio alegre hacia el prójimo, característica fundamental en la iglesia (d) mansedumbre "prautis" define a los que han renunciado a la violencia y depositan su confianza en Dios (e) paciencia "makrothimía" define la demora de la explosión de la ira, es característica de la persona sabia; esta paciencia se nutre de perseverar en la fe.

Verso 13: soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviera queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.

El estilo de vida comunitario aquí descrito es el que debe prevalecer en toda congregación cristiana. La unidad de la iglesia se nutre del discipulado y se materializa en esta actitud de soportarse y perdonarse unos a otros; "soportarse" como las columnas de un edificio soportan toda la estructura al actuar en conjunto, todos participamos activamente en la unidad de la iglesia, aceptando nuestras debilidades y nuestras virtudes, en bien de la armonía.

"Perdonándonos", inspirados en nuestra experiencia de conversión, en la cual recibimos un perdón completo, nosotros también, si tenemos queja contra algún hermano, debemos perdonarlo, no porque él cambie, sino porque Jesús nos ha perdonado. La relación de Jesús con nosotros es el modelo e inspiración para nuestra relación con los hermanos de la iglesia, con los redimidos.

Verso 14: Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.

Todas las características aquí expuestas son importantes, si es que deseamos disfrutar de la plenitud de vida "en Cristo"; pero lo más importante es el amor.

"Vínculo", sindesmos; el amor es como el cinturón que ata todas las virtudes descritas alrededor de la iglesia. El lazo que une a todos los verdaderos creyentes entre sí y con Jesús es el amor. La verdadera unión con Jesús consiste en que Él nos ama y cada uno de nosotros lo amamos; la verdadera unión entre los que aman a Jesús es el amor fraternal.

Somos iglesia porque estamos aprendiendo a disfrutar del amor de Jesús, estamos aprendiendo a amar a Jesús y estamos aprendiendo a amarnos entre nosotros como hermanos. Esa es la unión perfecta.

Verso 15: Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.

"Gobernar", brabeu: dominar, reinar, regir, determinar; los verdaderos creyentes, los convertidos, estamos llamados a la paz de Jesucristo en un solo cuerpo, que es la Iglesia. Conforme nos dejamos renovar, todos nuestros pensamientos, sentimientos y actitudes van siendo dominados por esta "paz divina", que es la meta de Jesús: "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo." (Juan 14:27)

¿Qué determina tu alma? ¿Qué pasión te domina? Para muchos es la amargura, el odio, el resentimiento, la venganza, el rencor, la avaricia, el materialismo, el chisme, la depresión, etc.

Nosotros debemos "ser agradecidos"; tenemos mucho de qué dar gracias a nuestro Dios y Salvador Jesucristo, disciplina, por tanto, tu mente, enfoca tu corazón a todo lo que Dios ya ha hecho en tu vida y deja de compararte con el mundo; pon tus ojos en Cristo y da gracias siempre.

Verso 16: La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.

Hoy Dios nos invita a tres actividades que cambiarán por completo nuestra vida:
"La Palabra de Cristo more en abundancia"; llena tu mente del mensaje del Evangelio, cuida lo que lees, lo que oyes, lo que ves, lo que piensas; satúrate del mensaje de Jesús para que su paz te rodee.

"Enseñándoos y exhortándoos"; "didásko", comunicar oralmente un mensaje con la intensión de ser entendido por el que escucha; "noutheteo", colocar dentro de la mente, que la persona piense en función del mensaje del Evangelio. La sabiduría (sofía) es la capacidad de relacionarse correctamente con Dios; aquí se está describiendo el ambiente de los grupos de discipulado.

"Cantar con gracia", significa cantar con esa emotividad que produce el sentido de gratitud a Dios por la salvación recibida. Salmos, los del AT; Himnos, poemas con acompañamiento musical escritos por los cristianos; Cantos espirituales, breves oraciones emotivas que se entonaban con música.

Verso 17: Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

Esto es vivir con gratitud, con el pleno reconocimiento de la presencia grata de Jesucristo al lado nuestro. No es el misticismo de declarar el nombre de Jesús en cada acción, es más bien la certeza de que estamos vivos por Cristo y para Cristo.

Si Jesús está a nuestro lado, o más correctamente, si nosotros vivimos alrededor de Jesús, entonces estamos ya de fiesta y así deberíamos vivir: en plenitud, gozando de ser cristianos, disfrutando de su paz, compartiendo su amor, avanzando por la vida con esperanza firme.

La gente del mundo vive quejándose.

Las personas convertidas viven dando gracias y quien se la pasa agradeciendo a Dios tiene el rostro iluminado por el gozo, la paz y el amor de Dios.

Damos gracias a Yahvéh, a Dios Padre, por todo, por la vida renovada, por el perdón de pecados, por la victoria de Jesús en la cruz, por la esperanza de que Jesucristo regresara por nosotros.

Damos gracias a Dios Padre "por medio de" Jesús, no por intermediarios humanos o celestiales; solamente por medio de Jesús, porque solamente Jesús subió a la cruz del Calvario, porque solamente Jesús anuló el acta que nos condenaba, porque solamente Jesús venció a las fuerzas demoníacas, porque solamente Jesús nos ama apasionadamente.

Vivamos con gratitud. Amén.
JFVS





domingo, 15 de agosto de 2010

VIVIR BELLAMENTE Colosenses 3:1-11

Verso 1: Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Verso 2: Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Verso 3: Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
Verso 4: Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.

Nuestra vida como cristianos, como verdaderos creyentes es totalmente diferente a la del mundo. Nuestra experiencia de bautismo da testimonio de ese cambio de vida. Ciertamente que no es un cambio instantáneo, pero desde el momento de nuestra conversión una nueva naturaleza nació en nosotros; ya no somos de la corriente de pecado que arrastra a la humanidad hacia la perdición.

Utilizando la figura del bautismo, el apóstol Pablo nos invita a "buscar las cosas de arriba", a cambiar nuestro sistema de valores, a cambiar nuestras metas y objetivos; a buscar ser parte del proyecto de Dios; para el mundo pecaminoso ya estamos muertos y hemos resucitado para los intereses del Reino de Dios.

"Las cosas de la tierra" no hacen referencia a lo cotidiano, sino a los afanes promovidos por el pecado; a esa corriente del mundo que lleva a la perdición.

"Nuestra vida está escondida con Cristo"; nuestra verdadera vida ya no tiene que ver con los intereses del pecado sino con los intereses del Reino. Recordemos que las apariencias engañan, desde la perspectiva terrena, Jesús muere en una cruz, derrotado, desde la perspectiva espiritual, Jesús derrota a las fuerzas demoníacas y las exhibe públicamente en la cruz. Lo verdadero no es lo que vemos a simple vista sino lo que Dios nos revela por medio de la Biblia.

Ahora nuestra vida puede parecer poco valiosa o insignificante para el mundo, muchos suponen que estamos "desperdiciando" nuestra vida, que no nos "divertimos" como todos; pero cuando Jesús regrese por nosotros, entonces se hará visible lo que en realidad es nuestra vida, deslumbrará por su valor.

Nuestra vida sólo adquiere su sentido pleno hasta que regrese Jesús pues solamente la luz de su gloria puede iluminar la realidad, ahora todo es sombras. Nuestra verdadera vida apenas comenzará cuando Jesús regrese, no trates pues de evaluar tu vida desde la perspectiva terrena, no utilices parámetros terrenales para evaluar tu vida; solamente la manifestación gloriosa de Jesús reflejará con claridad lo que en verdad es nuestra vida y descubrirás no sólo que tu vida en Cristo es bella sino que, además, esa vida, apenas comenzará su desarrollo en plenitud cuando Jesús regrese por nosotros; lo mejor está por venir.

Verso 5: Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;
Verso 6: cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,
Verso 7: en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.

Pablo nos recuerda que en el pasado, antes de nuestra conversión, andábamos en actitudes y acciones malévolas; nuestro estilo de vida nos acarreaba condenación pues Dios no lo aprobaba, no era lo que Él había destinado para nosotros. Este pasaje nos recuerda que nosotros como convertidos ya no debemos "andar en esas cosas" aunque claro, la lista no es exhaustiva. Precisamente porque sabemos que Jesús regresará por nosotros, ya no debemos andar en las cosas del pecado.

Pablo menciona: (a) fornicación, "porneian", practicar la inmoralidad sexual, toda clase de relaciones sexuales fuera de orden (b) impureza, "akatharsian", malas intensiones en sentido moral, inmoralidad en todos los aspectos (c) pasiones desordenadas, "pathos", impulso emocional no controlado enfocado hacia el mal (d) malos deseos, "epithumian kakén", codicia iracunda, (e) avaricia, "pleonexian", que es idolatría, actitud de vida que se enfoca en la obtención de lo que se codicia para uso egocéntrico; la Biblia aclara que la avaricia es una forma de idolatría, ya que lo que se codicia se convierte en un ídolo, en un objeto que aparta a la persona de su comunión con Dios. ¡Cuidado con la avaricia! Es abominable.

Verso 8: Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
Verso 9: No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,
Verso 10: y  revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,

Este pasaje nos ayuda a reconocer que aún después de la experiencia de conversión, hay actitudes y acciones que debemos desechar de nuestra vida; dos cosas son importantes: (1) los verdaderos creyentes aún tenemos que luchar con "estas cosas" (2) debemos reconocerlas en nuestra vida y luchar contra ellas, Pablo dice "dejad", indicando una acción consciente de nuestra parte.

La lista de Pablo, que no es exhaustiva, incluye: (a) ira, "orgí", impulso agresivo instantáneo (b) enojo, "thimós", pasión agresiva intensa que se preserva con el tiempo (c) malicia, "kakía", carga mala que afecta el juicio de nuestro entorno, todo lo vemos desde la perspectiva de la maldad (d) blasfemia, "blasfimía", hablar negativamente en contra de Dios y su obra (e) palabras deshonestas, "aischrologian", se refiere al hablar en voz baja (chismear) y obscenamente (f) mentir, "pseudomai", lo que se opone a Dios, a la verdad, lo que está en el ámbito de Satanás.

Es un cambio de hábito, un cambio de vestuario. Debemos vivir conforme a la vida renovada que Dios ya nos ha dado; en la experiencia de conversión Dios ha establecido un nuevo comienzo cualitativamente diferente del estado anterior. La nueva vida es un reflejo, una imagen de Dios mismo en nosotros, en nuestra nueva vida.

Nuestra nueva vida es bellísima, comienza a disfrutarla ya.

Esta vida nueva que tenemos va sustituyendo hábitos malos por buenos, esta renovación tiene una meta: "hasta el conocimiento pleno", epignosis, hasta conocen por completo el mensaje del Evangelio de Jesús.

Por tanto, el cambio de vida se efectúa por el estudio de la Biblia: conforme avanzamos en nuestro discipulado vamos observando cómo vamos abandonando hábitos pecaminosos y vamos adquiriendo hábitos conforme a la nueva vida que ya tenemos en Cristo.

La meta del discipulado consiste en conocer por completo el mensaje de Dios revelado en la Biblia y este conocimiento se va poniendo en práctica en el diario vivir; a esto se refería Jesús en la Gran Comisión: "Por tanto, id, y haced discípulos… enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado…" (Mt 28:19-20)

Verso 11: donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.

Pablo menciona algunas de los parámetros de clasificación en su cultura; pero dentro de la comunidad de los convertidos y en un ambiente de renovación de vida, gracias al discipulado, ya no tienen valor esos parámetros. Dentro de la iglesia no debe haber ningún tipo de distinción o discriminación; la unidad se da en torno a Jesucristo, pues todos y cada uno de nosotros gozamos de perdón y plenitud de vida gracias a Jesús.

En la iglesia, en la comunidad de creyentes, debemos ocuparnos en el discipulado, en el estudio de la Biblia en ambiente de amor fraternal; observando cómo la Palabra de Dios va renovando nuestro estilo de vida. Deja de mirar este mundo de maldad, vive la belleza de la renovación de vida.

Es tiempo ya de vivir bellamente. Amén
JFVS





domingo, 8 de agosto de 2010

VIVIR CONFIADOS Colosenses 2:13-23

Verso 13a: Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él,

Este verso describe nuestra condición espiritual al momento de nuestra conversión: estábamos "muertos" espiritualmente, a causa de nuestros pecados. Así como en la circuncisión se retiraba una membrana, simbólicamente en el bautismo Dios retiró la membrana de pecado que cubría nuestra vida; esa membrana de pecado que impedía la comunión con Dios era nuestra "incircuncisión", pero así como Jesús resucitó y está vivo, ahora nosotros, lo que tenemos fe, estamos vivos "en Cristo", nuestra vitalidad depende de nuestra relación con Jesús.

Verso 13b: perdonándoos todos los pecados,
Verso 14: anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,

La plenitud de vida que ahora disfrutamos es posible gracias al perdón de nuestros pecados. Dios nos ha perdonado para que en Cristo Jesús estemos completos (2:10)

El perdón que Dios nos otorga se debe a la anulación del "acta de los decretos que había contra nosotros". Todos nuestros pecados "anotados en un acta" nos acusaban delante de Dios. Esa acta, la de cada uno de nosotros, fue "quitada de en medio", nos estorbaba para gozar de la comunión con Dios; por tanto, Dios la retiró y la clavó en la cruz del Calvario.

El perdón de "todos" nuestros pecados es lo que Jesucristo logró en la cruz del Calvario: ¡para eso murió en la cruz! El gran propósito del sacrificio de Jesús en la cruz fue anular el acta, perdonarnos: "Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Yahvéh cargó en él el pecado de todos nosotros." (Isaías 53:5-6)

Verso 15: y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

Cuando el ejército romano vencía a su enemigo en el campo de batalla, tomaban a los prisioneros y los "despojaban" de sus armas, perdían así su poder. Entonces el ejército vencedor regresaba a Roma con los prisioneros; en Roma se organizaba un desfile y todo el pueblo salía a las calles a disfrutar del espectáculo. El ejército triunfador desfilaba por las calles de Roma, detrás de ellos, encadenados, marchaba el ejército derrotado para burla del pueblo de Roma. Este desfile era la "exhibición pública" del ejército derrotado. ¡A esto se refiere Pablo!

Jesucristo en la cruz del Calvario derrotó a las fuerzas demoníacas, "triunfó sobre ellos en la cruz". Muchos pensaríamos que es en la resurrección donde se dio la victoria de Jesús y que la cruz tiene toda la apariencia de una derrota; pero estamos muy equivocados ¡las apariencias engañan!

Ni los soldados romanos, ni los sacerdotes, ni los fariseos, ni los maleantes crucificados a los lados de Jesús, ni las mujeres al pie de la cruz, ¡ni Juan! Percibieron lo que en verdad estaba sucediendo. Las apariencias engañaron a todos, pues solamente veían "físicamente" a una persona crucificada, "derrotada".

Pero en un plano espiritual, en el verdadero, una gran batalla se estaba llevando a efecto en la cruz y allí, ¡en la cruz! Jesucristo derrotó a los demonios y allí, en la cruz "los exhibió públicamente".

Verso 16: Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,
Verso 17: todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.

Los judíos y los grupos filosóficos griegos, pretendían lograr una "mayor espiritualidad" mediante la observación de ciertos preceptos, que incluían, entre otros, la abstinencia de ciertos alimentos, el no beber ciertas bebidas, así como la estricta participación en fiestas religiosas y fechas especiales.

Pablo aclara que todo este estilo de vida ritual es solamente una "sombra de lo que ha de venir"; son representaciones de una realidad que está por venir, en referencia al nuevo pacto en Jesús.

"El cuerpo" es una referencia a la iglesia (v19); cada uno de nosotros, como creyentes en Cristo, simbólicamente formamos el cuerpo de Cristo y nos nutrimos para nuestro crecimiento de Dios (v19), no de rituales y tradiciones.

"Por tanto, nadie os juzgue"; ahora somos libres en Cristo Jesús, él ha triunfado en la cruz del Calvario, ya no hay acta que nos condene; en Jesús estamos completos.

No debemos ceder, por tanto, ante las críticas de quienes, pretendiendo una mayor espiritualidad, quieren obligarnos a la abstinencia y a los rituales, los cuales "no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne" (v23)

Hoy celebramos nuestra libertad en Cristo, las fuerzas demoníacas han sido vencidas en la cruz, no critiques, no dejes que te critiquen; juntos cultivemos esa hermosa comunión con Dios ahora que en Cristo estamos completos.

Verso 18: Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal,
Verso 19: y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.

Pablo describe aquí a ese falso maestro que anda paseándose por las iglesias de la región. Se cree ser tan humilde que no es digno de dirigirse directamente a Dios y por tanto enseña el "culto a los ángeles", creando intermediarios; pero como la Biblia nada enseña de esto, en realidad este falso maestro "se entremete en lo que no ha visto". En realidad, dice Pablo, está "vanamente hinchado", detrás de esa máscara de humildad y espiritualidad se esconde una persona soberbia, orgullosa egocéntrica, materialista; una "mente carnal".

Obviamente, este falso maestro no está sujeto a "la Cabeza"; se cree independiente de la iglesia. Pero Pablo aclara que cada creyente verdadero "crece" en virtud de su unidad a la congregación. Así como los miembros del cuerpo se unen por ligamentos, los hermanos estamos unidos por amor unos a otros y todos sujetos a la guía de Jesucristo para crecer.

Verso 20: Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿Por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos
Verso 21: tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques
Verso 22: (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso?
Verso 23: Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.

En nuestro bautismo simbolizamos nuestra muerte al mundo, por tanto, no deberíamos vivir según los usos y costumbres del pecado.

La gente "del mundo" vive con miedos, esclavizados a supersticiones; por ello se someten a los "preceptos" religiosos que la tradición marca. Quienes cumplen con esos preceptos creen estar a un nivel superior de espiritualidad, creen tener cierto control de las fuerzas espirituales o del destino, creen conocer los misterios ocultos de lo divino.

Sin embargo Pablo declara que "no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne"; los ritualistas y tradicionalistas, igual sucumben ante los deseos pecaminosos y cometen escandalosas perversiones.

Nosotros sabemos que Jesús a vencido a toda fuerza malévola; nos ha perdonado todo pecado y al tener comunión con Él estamos completos y somos libres. Por tanto, ya podemos vivir confiados. Amén.
JFVS




domingo, 1 de agosto de 2010

VIVIR EN PLENITUD Colosenses 2:1-12


Verso 1: Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro;
Verso 2: para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo,
Verso 3: en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.

Pablo no conoce personalmente a los hermanos de Colosas, tampoco a los de la ciudad vecina de Laodicea, pero esto no impide que el apóstol "luche" por ellos. Esta lucha se refiere a la preocupación que tiene por esas iglesias, preocupación de que lleguen a ser confundidos por los falsos maestros que se están infiltrando en las iglesias. Un buen pastor se preocupa y se ocupa en brindar una sólida instrucción, no sólo a los hermanos que conoce personalmente, sino a todos los que pueda instruir.

Tres metas propone Pablo para el discipulado:
(a) ser consolados; el conocimiento del mensaje del Evangelio debe producir en nosotros un estado de paz divina que nos permita ver la vida con esperanza firme
(b) unidad en amor; el discipulado se da en ambiente fraternal, debe propiciar unidad entre los hermanos, la iglesia es una comunidad que ama
(c) pleno entendimiento; iluminados por el Espíritu Santo y en el ambiente fraternal de la comunidad que recibe discipulado, debemos llegar a comprender el misterio de Dios: la salvación por medio de Jesucristo; este entendimiento trae a nuestra vida "riqueza" espiritual, un tesoro abundante de conocimiento que brinda plenitud a nuestro ser.

En Jesús están todos los tesoros de: (a) la sabiduría, "sofía", de la capacidad de establecer una correcta relación de amor con Dios (b) el conocimiento, "gnosis", lo que se aprende por la experiencia de los sentidos. Las iglesias de la región en torno a Colosas, estaban siendo invadidas por falsos maestros, los cuales pretendían enseñar a los hermanos "conocimientos ocultos". Pablo alerta a los hermanos, declarando que todo lo que necesitamos saber para gozar de la comunión con Dios y de una vida abundante, está en Cristo Jesús.

Verso 4: Y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas.
Verso 5: Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo.

Pablo declara con gozo que en Jesús está todo la sabiduría que necesitamos para conocer a Dios personalmente; y lo dice para que nadie se atreva a engañarnos "con palabras persuasivas" ¡cuidado hermanos! Con los falsos maestros.

Dos aspectos debemos cuidad dentro de la iglesia para evitar ser engañados: (a) buen orden; la iglesia debe tener un programa de discipulado que permita a cada creyente crecer en el conocimiento del Evangelio (b) firmeza de fe; la iglesia debe perseverar en su confianza plena, depositada en Jesucristo, no debe sucumbir ante la tentación de confiar en filosofías humanas.

Verso 6: Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él;
Verso 7: arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.

Recibimos a Jesús por fe, confiadamente y sencillamente entregamos nuestra vida a Él por escuchar con toda claridad y sencillez el mensaje del Evangelio. De esta misma forma, con sencillez y plena confianza, debemos avanzar en la vida cristiana. No nos dejemos "apantallar" por conocimientos ocultos y de difícil comprensión para "supuestamente" alcanzar una mayor espiritualidad.

Así como un árbol hunde sus raíces en la tierra y crece, así nosotros debemos arraigarnos en Jesucristo, por medio del mensaje del Evangelio.

Así como un edificio se construye sobre una cimentación confiable, nosotros crecemos sobre el fundamento firme del Evangelio de Jesús.

El crecimiento espiritual del creyente debe producir en él una cada vez más intensa actitud de acción de gracias. Entender mejor el Evangelio debe producir en nosotros gozo desbordante que se manifiesta en gratitud a nuestro Dios y Salvador Jesucristo.

Verso 8: Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
Verso 9: Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
Verso 10: y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad

"Mirad" da la idea de observar con detenimiento, vigilar; no debemos ser pasivos, hay peligros que rodean a la iglesia. En Colosas el peligro es que alguien los "está llevando cautivos", la palabra "engañe" literalmente significa: secuestrar, capturar, como si se tratara de hacer esclavos. De acuerdo a la expresión gramatical, Pablo está refiriéndose a una persona en especial, que con sus falsas enseñanzas está engañando a algunos hermanos. Las herramientas que está utilizando son: (a) filosofías, razonamientos intelectuales (b) huecas sutilezas, pequeños detalles para crear controversia (c) tradiciones, costumbres judías (d) rudimentos, prácticas de las religiones paganas. Aún hoy hay falsos maestros que siguen usando estos elementos para confundir, distraer y esclavizar a los hermanos ¡cuidado!

El v9 de manera magistral declara que en Jesucristo habita, de forma corporal, toda la plenitud de Dios. Esto significa que Jesús es Dios al 100%, que Dios tomó la forma corporal humana y por tanto Jesús es humano al 100% Sin embargo, aún hoy hay quienes, alardeando de una sabiduría superior, pretenden dar razones (filosofías) para demostrar que Jesús no es Dios ¡cuidado con las huecas sutilezas!

"Vosotros estáis completos en él"; si ya gozamos de una correcta comunión con Dios por medio de Jesús ¡ya estamos completos! No nos hace falta nada. Jesús en nuestra vida es todo lo que necesitamos, no te dejes secuestrar por los engaños de este mundo; Jesús es soberano Señor sobre todo y todos.

Verso 11: En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;
Verso 12: sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.

La tradición judía pedía la circuncisión; Pablo aclara que al estar "en Cristo" nosotros participamos de la circuncisión que Jesús recibió; por tanto ya no se requiere que observemos la tradición judía. Lo importante no es el rito sino que Jesús, al perdonarnos, ha retirado de nosotros la membrana de pecado.

"Bautizar": sumergir. La inmersión en agua significa: "sepultados con él en el bautismo". Cuando fuimos sumergidos en las aguas del bautismo, fuimos sumergidos juntamente con Jesús; él nos acompañó en nuestra inmersión y a su vez nosotros lo acompañamos en su muerte. En el bautismo, quedamos así, identificados con Jesús a un nivel muy íntimo.

"En el cual fuisteis también resucitados con él". Cuando fuimos levantados de las aguas del bautismo, fuimos resucitados juntamente con Jesús; así como Jesús resucitó, nosotros simbolizamos en nuestro bautismo la nueva vida que el Espíritu Santo generó en nosotros desde nuestra experiencia de conversión y que habrá de manifestarse como hermoso fruto a lo largo de nuestra vida cristiana: en Jesús estamos completos, nada nos falta.

"Mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos". El bautismo es eficaz gracias a la fe que tenemos en el poder de Dios. Si Dios levantó a Jesús de entre los muertos, también a nosotros podrá levantarnos a una nueva vida con Cristo Jesús, abundante, plena, victoriosa.

¡Ven! Unidos en ambiente de amor fraternal, sigamos comprendiendo el mensaje del Evangelio y con acción de gracias vivamos la plenitud que en Jesús tenemos. Amén
JFVS